Una noche con el chico al que amas, puede resultar la noche más corta de todas, pero sin duda la más preciosa y que no se olvida. Cuando estaba con él, pensaba:
- Ojalá que esta noche no se termine nunca...
Pero acto seguido, después de haberme dormido sobre sus preciosos labios, su rostro y su pecho, pensé:
- Ojalá que esta noche acabe para que se vuelva a repetir cuánto antes.
Nunca hubiese imaginado que dormir a su lado podría ser tan bonito. Escuchar su respiración y los latidos de su corazón me transmitían una sensación de paz y de vida. Darle el calor de mi cuerpo cuando sentía frío y viceversa, unirnos en la noche fría, arroparnos de amor y fundirnos en un beso.
No hay más bonito paraíso que dejarte llevar al son de la melodía de lo que nuestros cuerpos piden.
No hay más bonito paraíso que bailar al son de la noche fría.
No hay más bonito paraíso que mirarle y mirarle.
No hay más bonito paraíso que soñar bajo sus brazos.
No hay más bonito paraíso que escucharle respirar.
No hay más bonito paraíso que me diga que me quiere.
No hay más bonito paraíso que me emocione.
No hay más bonito paraíso que estar a su lado.
No hay más bonito paraíso... porque mi paraíso sin duda eres tú.
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