Tanto y tan poco.

Solo una vida,
cuestión de suerte,
cuestión de perspectiva.

Tanto y tan poco,
se acabó y vuelta a empezar,
corte y recorte,
te atas las zapatillas y te las ensucias,
desafinas en la ducha,
engordas y te llenas de sonrisas.

Tanto y tan poco,
se acabó y te toca volver a empezar,
te vas lejos y te recuerdo,
te caes pero no tiras las toalla,
te desilusionas pero no dejas de soñar,
cierras los ojos y abrazas tus miedos.

Tanto y tan poco,
susurras y gritas al mundo,
te planteaa dudas y nadie las resuelve,
lucha entre razón y corazón,
borra pero no dejes de escribir,
pregunta y te contestarán.

Tanto y tan poco.
Nos centramos más
en el miedo
que en disfrutar.
Miedo de lo que digan,
miedo de volver a la misma mierda,
miedo de no ser querido,
miedo a fallar,
miedo a perder, (...).

Tanto y tan poco.
Deberíamos centrarnos
más en disfrutar.
Dale la vuelta a la tortilla y a los problemas.
Disfruta de las críticas que hagan de ti porque te harán mejor persona,
disfruta de estar leyendo éstas cuatro líneas,
disfruta de los que te quieren,
disfruta de tus errores porque vas a poder corregirlos,
disfruta de la vida porque viva solo hay una.

Solo una vida,
cuestión de suerte,
cuestión de perspectiva.

Tanto y tan poco...

Carmen.

Sintiéndome.

Un día como hoy me gustaría escribir y decir que estoy llena, llena de amor por mí.

Y que el amor que me tengo nadie me lo va a cambiar, que cada día que pasa me gusto más. 

Cada uno con sus más, cada uno con sus menos, pero cada uno de nosotros/as somos especiales y únicos/as.

Nadie te va a conocer como tú mismo/a. 

Eres tú él/la que propone metas y las alcanza porque si quieres puedes, él/la que sale de los agujeros negros y sube las escaleras viendo la luz, él/la que se parte en la pista bailando hasta que le duelan los pies, él/la que sale a entrenar cada día enfrentando los miedos, él/la que se mira cada día al espejo y dice: - Hoy va a ser mejor día que ayer, él/la que se deja los codos para aprobar, él/la que sigue sus sueños a pesar de las mil pesadillas, (...).

 Porque todos somos seres humanos y como tales no estamos preparados para seguir unas instrucciones para vivir. Por esto, debemos de vivirla como si no hubiera un mañana, empezando por querernos a nosotros mismos/as.

Carpe Diem.

Carmen Ortiz.