Por tus ganas de llorar.

Por nuestras ganas de llorar, al frente de problemas. De cosas que no nos salen. De impotencia. De no salirnos bien las cosas que queremos. Por querer que se solucione algo y no hay día que pienses en solucionarlo, en que se solucione en sí. 
Por eso hay que pensar en los días que vendrán. En los que te tendré aquí. En los que disfrutaremos juntos y por los momentos que viviremos. 
Juntos formamos parte uno del otro.
Te echo de menos hermano.